sábado, 2 de agosto de 2008

El caminar de Juan Diego

Cualquier día que nos acercamos a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe de México, nos cruzamos con una o más peregrinaciones al Santuario que con mayor o menor grupo de personas, desean realizar el esfuerzo correspondiente para visitar la imagen de la Virgen e individual y colectivamente, agradecerle por los favores recibidos y pedirle que por su intercesión, les conceda nuevos favores.
En Abuelos por la Familia, también quisimos acercarnos en grupo a Nuestra Señora en el mes de mayo dedicado a su veneración. Pero dadas las condiciones que tenemos, pensamos que en lugar de hacer un recorrido por caminos y calles hasta su santuario para acercarnos a la tilma de San Juan Diego y ver su imagen, realizáramos un recorrido por la otra parte del legado que nos dejó Nuestra Señora de Guadalupe: sus mensajes e instrucciones. Para esto, pensamos que deberíamos "recorrer" las páginas del relato histórico más completo de las apariciones Guadalupanas: el Nican Mopohua.
En ese recorrido, y con el fin de podernos compenetrar más y tratar de entender mejor los hermosos mensajes dejados, se pensó que deberíamos analizar lo que a nuestro juicio, debieron haber sentido y pensado en esos momentos, los personajes que de una forma u otra, recibieron directa o indirectamente dichos mensajes.
Para poder llevar a cabo este estudio y análisis, dividimos en doce etapas o momentos el Nican Mopohua y para cada uno de ellos leímos primero los versículos correspondientes para luego, meditarlos y exponer lo que a nuestro pobre entender, debieron haber pensado y sentido los principales personajes que intervinieron en esa etapa.
Dado nuestro interés en profundizar en la historia de las apariciones, utilizamos en nuestro recorrido las páginas de la traducción del Padre Mario Rojas (Q.E.P.D.) que como sabemos corresponde a una traducción literal del Nahuatl al Castellano y que por lo tanto podría darnos una idea real de lo que se expresó en toda la historia.

A continuación presentamos brevemente las doce etapas mencionadas y para cada una de ellas: el título de la etapa, los números de los versículos del Nican Mopohua y para cada uno de los personajes que intervinieron en la etapa, lo que creemos que debieron haber sentido y pensado.




1. Circunstancias del acontecimiento.
Cuáles eran las circunstancias existentes en Tenochtitlan en 1531.
Versículos 1 y 2.

Poblador Indígena.
Es muy difícil imaginarnos el estado de ánimo que tendrían en la época de las apariciones Guadalupanas los pobladores naturales de la Gran Tenochtitlan. Si consideramos que, adicionalmente a la comprobación práctica de la falsedad de todas las creencias inculcadas durante siglos y consideradas como vitales en su desarrollo humano (necesidad de los sacrificios humanos, conceptos de las guerras floridas, múltiples ídolos y dioses, etc.); las recientes pérdidas de seres queridos (hacía muy poco tiempo de la sangrienta toma de Tenochtitlan y se estaban padeciendo las plagas producidas por la falta de defensa ante los nuevos virus y enfermedades traídas por los conquistadores, todo lo cual hacía muy difícil encontrar alguna familia que no hubiera perdido alguno de sus miembros en los últimos años). Podemos pues suponer el gran desánimo existente entre la población adulta (y especialmente anciana) de la ciudad así como la necesidad de algo que pudiera reconstruir las creencias y dar a los pobladores nuevos deseos de vivir.

Misionero Español.
Después de realizar un viaje tan largo a través del océano y a unas tierras tan poco conocidas pero con un entusiasmo muy grande por llevar los evangelios a pueblos completamente ignorantes de nuestra religión, los misioneros se encontraban con unas condiciones tan difíciles que solamente su gran dedicación y celo apostólico nos pueden explicar la perseverancia en su magnífica labor. La inmensa desproporción entre el número de gente a quien evangelizar y el reducidísimo de los misioneros nos hace pensar en las múltiples y urgentes oraciones al Altísimo que debieron haber hecho para que les enviara una ayuda tan necesaria para llevar a cabo su misión.

Conquistador Español.
Es de suponer también que para aquellos conquistadores que después de dejar sus hogares seguramente con la idea de que no podrían volver jamás, de demostrar en la práctica su gran valor y de asentarse en estas tierras formando familias y sintiéndose como parte de ellas, debieron desear y esperar algunos hechos que hicieran revivir al país y a su gente.




2. 1ra. Aparición.
Se produce la 1ra. aparición de Nuestra Señora a San Juan Diego, le pide que vaya adonde el Obispo y le pida que se construya un templo en el sitio.
Versículos 3 - 38.

San Juan Diego.
Juan Diego en ese momento le dio el sí incondicional porque estaba lleno de Dios y de absoluta confianza en la Virgen María; parecido al sí incondicional que la Virgen le dio al Arcángel San Gabriel para hacer la voluntad de Dios.





3. 1ra. Entrevista con el Obispo.
Se produce la primera entrevista con el Obispo con los resultados que se podrían esperar.
Versículos 39 - 46

Juan de Zumárraga.
El señor Obispo quería mucho a los indios por lo que los ayudaba lo más que podía y sobre todo los protegía de un grupo de españoles que les robaban todo lo que podían y hasta los mataban; esto le había ocasionado muchos problemas y preocupaciones. Él era español y tenía poco tiempo de haber llegado a México, por lo que no dominaba el Nahuatl y necesitaba de un traductor.
Es lógico que el Señor Obispo haya dudado de todo lo que le dijo Juan Diego, ya que era una cosa increíble.

San Juan Diego.
Es fácil imaginarse la tristeza y desilusión de Juan Diego al salir de su entrevista por no haber logrado la autorización del Señor Obispo.





4. 2da. Aparición.
Nuestra Señora se vuelve a aparecer a Juan Diego quien le cuenta el resultado de su entrevista con el Obispo y le pide que escoja a alguien más conocido y respetado. La Virgen le indica que a pesar de tener muchas personas a quienes podría escoger, era Él, Juan Diego, el escogido y le pide y ordena que siga insistiendo en el pedido. Juan Diego acepta volver a visitar al Obispo.
Versículos 47 - 67.

San Juan Diego.
Imaginémonos lo que pudo haber pensado y sentido Juan Diego:
¿Porqué me habrá escogido a mí? Si soy el más humilde e incapaz, pienso que debe escoger para esa misión a otra persona más preparada más importante y que le crean, que no piensen que es un sueño.
Pero debo obedecer y hacer su voluntad porque me dio una orden con rigor y ahora ya me siento más confiado e iré a cumplir su voluntad ante el Sacerdote para que le hagan su casita o su templo porque Élla es mi madrecita del cielo, la Madre de Dios.
Ahora iré más confiado a llevar su mensaje.
Porque con todas las palabras amorosas que me dijo sentí ser el enviado en esa misión que a nadie más que a mí me tocaba hacerla pues Élla tenía muchas personas para enviar y llevar el mensaje pero era yo el que tenía que hacerlo.




5. 2da. Entrevista con el Obispo.
Con trabajo consiguió Juan Diego ver nuevamente al Obispo quien le dice que necesitaría una prueba para creerle. Cuando se va, el Obispo manda a sus sirvientes que lo sigan. En el camino, se les pierde Juan Diego. Los sirvientes le hacen creer al Obispo que Juan Digo es un mentiroso y deciden por su parte darle un castigo cuando vuelva.
Versículos 68 - 87.

Juan de Zumárraga.
Pensamos que si fuéramos el Obispo, admiraríamos el valor de este indígena de acudir nuevamente a pesar del rechazo anterior. Sentiríamos intriga y curiosidad por tanta insistencia, pero por temor a la Santa Inquisición no nos atreveríamos a aceptar sin saber todos los detalles, porque se castigaba severamente cualquier herejía, brujería y hechicería, falso testimonio y superstición. Pediríamos pues "otra señal". Además por esa misma desconfianza, el Obispo pidió que lo siguieran para ver con quien hablaba.

San Juan Diego
Pensamos que si fuéramos Juan Diego, habríamos sentido temor de visitar por segunda vez al Obispo, pero sacaríamos "de tripas corazón" con la inspiración de Nuestra Madre y la fuerza de haber asistida a la santa Misa.
¿Cómo pedirle a la Virgen la señal solicitada por el Obispo?

Sirvientes del Obispo.
Al considera a los sirvientes, pensamos en los celos que seguramente sintieron al observar las atenciones del Obispo con ese indígena. También debieron sentir enojo y vergüenza por haberlo perdido en el puente del Tepeyac.




6. 3ra. Aparición.
Juan Diego vuelve a encontrarse con Nuestra Señora. Le cuenta lo que le dijo el Obispo y su pedido de una prueba. La Virgen le ofrece proporcionarle la prueba y le dice que premiará su trabajo y preocupación, citándolo para el día siguiente.
Versículos 88 - 93.

San Juan Diego.
Mucha devoción a Nuestra Señora debió haber sentido Juan Diego pero con pena tendría que comunicarle la exigencia del Obispo de una señal.





7. Enfermedad del Tío.
El día en que Juan Diego había quedado de reunirse con Nuestra Señora y recibir la señal que llevaría al Obispo, su tío Juan Bernandino se enferma gravemente y creyendo que está cerca su muerte, le pide a Juan Diego que le traiga un Sacerdote para que lo prepare a morir.
Versículos 94 - 98.

Juan Bernandino.
Debió sentir la angustia de que se estaba muriendo y que aun viéndolo el médico, ya no había tiempo debido a la gravedad de su enfermedad.
Le solicita a Juan Diego que aunque sea tarde fuera a Tlatilolco a traer un sacerdote para que lo confesara pues se sentía morir.


San Juan Diego.
En las condiciones existentes, es comprensible que el día lunes en que debió llevar la señal al Obispo, ya no regresara a encontrarse con Nuestra Señora para estar con su tío, y el martes salió apurado temprano a cumplir con lo que su tío le estaba solicitando.




8. 4ta. Aparición.
Al ir a buscar apurado al Sacerdote solicitado por su tío moribundo, San Juan Diego trata de evitar el encuentro con Nuestra Señora pero Ella se le aparece, lo tranquiliza informándole que ya estaba sano su tío y lo envía a cortar unas flores en el cerrito. Cuando regresa con las flores, la Virgen las acomoda en la tilma de Juan Diego y le dice que se las presente al Obispo como la señal que solicitó. Al mismo tiempo se aparece Nuestra Señora a Juan Bernandino y lo sana.
Versículos 99 - 142.

San Juan Diego.
Consideramos que cualquiera de nosotros hubiera hecho lo mismo que Juan Diego de primero ir a buscar al Sacerdote para que confesara al tío moribundo y buscaría quizá también usar un camino diferente para no encontrarse con la Reina del Cielo, sin embargo, al no resultar esto por que Ella le sale al paso, debió tener miedo y sentirse temeroso y culpable ante su presencia. Como Juan Diego, le hubiéramos pedido disculpas y solicitado que nos tuviera paciencia para atender primero el pedido del tío.
Una vez reconfortado por lo que le dice Nuestra Señora de que su tío estaba sano y ya apaciguado su corazón, le pide a la Virgen que lo envíe a ver al Obispo para llevarle la señal prometida.
Después de recoger las flores y que Nuestra Señora se las acomodara en su tilma y le ordenara entregárselas al Obispo como la señal solicitada por Él, es de suponer el entusiasmo, seguridad y cuidado con que debió haber marchado Juan Diego en dirección a la casa del Obispo llevando el precioso recado.




9. 3ra. Entrevista con el Obispo.
Juan Diego va presuroso a la casa del Obispo llevando con mucho cuidado lo que tenía en su tilma y gozando del aroma de las flores. Es hecho esperar mucho rato en la entrada de la casa. Los sirvientes descubren admirados lo que lleva en su tilma y quieren tocar las flores pero no pueden hacerlo. Finalmente, es recibido por el Obispo y ante Él, Juan Diego deja caer los flores entregándoselas como la señal que solicitara.
Versículos 143 - 181.

San Juan Diego.
Juan Diego debió sentirse eufórico, confiado y con una gran responsabilidad sabiendo la importancia del recado que traía.
Quizá se sintió algo humillado por las acciones de los sirvientes aunque con su gran humildad lo soportó todo pacientemente pero por otro lado, muy intranquilo e impaciente por cumplir lo que le había ordenado Nuestra Señora.

Sirvientes del Obispo.
Sabemos que se sintieron molestos por ser importunados por una persona de esa clase y con dudas sobre la veracidad de su relato.
Por otra parte, al observar lo extraordinario de lo que traía en su tilma, sintieron quizá envidia, enojo por no habérseles permitido revisarlo y gran curiosidad por contemplarlo.

Juan de Zumárraga.
Pensamos que el Obispo en ese momento debió haberse sentido apenado por haber sido injusto al dudar de la veracidad de las palabras de Juan Diego. Quizá tuvo remordimientos por el trato un tanto despectivo que tuvo con Él y ahora, con humildad, reconocería la intervención de la Virgen María en todo esto. Quizá también se sentiría honrado por recibir su mensaje,

Personas presentes
Es fácil de suponer que todas las personas que se encontraban en la casa del Obispo sintieran curiosidad por averiguar más de lo que estaba sucediendo y observar personalmente las extraordinarias flores que habían descubierto los sirvientes en la tilma de Juan Diego.




10. Estampación milagrosa.
Y así como cayeron al suelo todas las variadas flores preciosas, luego allí se convirtió en señal, se apareció de repente la Amada Imagen de la Perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, en la forma y figura en que ahora está.
El Obispo y todos los presentes, se arrodillaron y la admiraron. El Obispo lloró al comprobar su incredulidad y la colocó en su oratorio.
Versículos 182 - 190.

Juan de Zumárraga.
Indudablemente que el Obispo debió quedar asombrado y admirado por la prueba que observó en la estampación que se realizó ante sus ojos sin dejarle ninguna duda.
Se debió haber sentido arrepentido y culpable por haber dudado del mensajero que lleno de humildad, le había presentado ahora una prueba irrefutable. Por lo mismo debió seguramente haberle pedido perdón por su incredulidad y por haberle solicitado pruebas.
Debió también sentir orgullo y satisfacción al colocar la tilma en su altar y pensar cómo ese milagro le podría facilitar su misión evangelizadora.

Personas presentes.
La maravillosa experiencia vivida les debió permitir no dudar de lo anteriormente observado y debió sin lugar a dudas, aumentar su fe y devoción en la intercesión de la Virgen María.

San Juan Diego.
Nos podemos imaginar, la alegría y satisfacción que debió tener San Juan Diego en esos momentos por haber cumplido con lo que la Virgen le había encomendado.
Sus temores y preocupaciones se habían disipado al haber cumplido con esa gran responsabilidad.




11. Reconocimiento a San Juan Diego.
Y todavía allí pasó un día Juan Diego en la Casa del Obispo. Al día siguiente fue, acompañado por varias personas interesadas, a mostrar en donde había mandado la Señora del Cielo que se erigiera su casita sagrada. Luego quiso ir a su casa a ver a su tío, no lo dejaron ir solo, sino que lo acompañaron. Al llegar vieron al tío completamente sano. Juan Bernandino se quedó admirado por la forma en que su sobrino era acompañado y muy honrado, les contó a todos cómo se le había aparecido también a Él, la Virgen, cómo le había sanado y que le había dicho que le llamaran LA PERFECTA VIRGEN SANTA MARIA DE GUADALUPE a su Amada Imagen.
A Juan Diego y su tío, los hospedó en su casa el Obispo unos cuantos días,
Versículos 191 - 210.

Juan de Zumárraga.
En esos momentos, el Obispo debió haber tenido la preocupación de llevar a cabo lo antes posible, el encargo recibido por boca de Juan Diego para lo que primero que todo necesitaba conocer el lugar adonde debía edificarse. Por eso, encarga a varias personas que vayan con Juan Diego a que les indique el sitio preciso.

Personas presentes.
Gustosos acompañan a Juan Diego a descubrir el sitio escogido. Si hubiéramos estado en ese momento allí, quizá habríamos tenido la esperanza de ver también a Nuestra Señora o al menos de compartir en algo las experiencias tenidas por su mensajero.

San Juan Diego.
Podemos imaginarnos algunos de los muchos pensamientos y sentimientos que debió tener San Juan Diego en esos días:
Muy honrado por estar un día en la casa del Obispo aunque un poco cohibido y preocupado por permanecer en un medio desconocido para Él.
Orgulloso de mostrar al Obispo adonde se habría de construir la casita que pidió la Virgen y que todos vieran que fue elegido por Ella para llevar su mensaje.
Preocupado por ir a ver a su tío enfermo pues quizá tenía alguna desconfianza de lo que le había dicho Nuestra Señora sobre su salud.
Gozoso de haber encontrado a su tío sano (quizá un poco avergonzado si dudó en algún momento de lo que le dijo la Virgen) así como de poder contarle todo lo sucedido en casa del Obispo.
Finalmente, contento también de que el Obispo se dignara hospedarlo junto con su tío en su casa.

Juan Bernandino.
También Juan Bernandino debió tener varios sentimientos en esos días:
Sorpresa de ver a su sobrino llegar muy acompañado y honrado.
Contento de conocer todos los hechos en que fue protagonista importante su sobrino.
Sentirse privilegiado por haber también recibido la visita de Nuestra Señora y la encomienda de ir a ver al Obispo para contarle lo que vio, la forma en que lo sanó y el nombre con que quería que se llamara a su Imagen Milagrosa.
Muy contento también por los días que permaneció invitado por el Obispo en su casa, aunque también seguramente algo cohibido por estar en un ambiente no conocido.



12. Se inicia Culto a Nuestra Señora.
Se levantó la casita sagrada de la Niña Reina allá en el Tepeyac, donde se hizo ver de Juan Diego. El Señor Obispo trasladó a la Iglesia Mayor la amada Imagen de la Amada Niña Celestial. Y absolutamente toda esta ciudad, sin faltar nadie, se estremeció cuando vino a ver, a admirar su preciosa Imagen.
Venían a presentarle sus plegarias.
Versículos 211 - 218.

Inicia el culto a Nuestra Señora de Guadalupe.
Se inicia la evangelización y conversión masiva de México.

En el año 1521, los españoles llegaron a México para conquistarlo. Después de varias batallas los españoles derrotaron a lo mexicas y durante 10 años el pueblo mexicano vivió en unas condiciones espirituales muy difíciles pues a la destrucción de sus creencias ancestrales, no había seguido, con la suficiente extensión y profundidad, la necesaria sustitución de conceptos por las verdades de la Religión Cristiana. Los primeros evangelizadores fueron los frailes franciscanos, agustinos y dominicos, quienes les ayudaron a entender que sólo existe un Dios y así ellos aprendieron una nueva religión.
En 1531 se da el hecho Guadalupano en donde el 9 de diciembre de aquel año, en el cerro del Tepeyac, la Virgen María se apareció al indio Juan Diego y, hablándole en lengua náhuatl, le comunicó su deseo de que en aquel lugar se edificara un templo adonde se le pudiera venerar.
La imagen de la Virgen, comenzó a ser venerada en el cerro del Tepeyac, y desde el primer momento, su presencia originó que se iniciara la conversión masiva del pueblo mexicano.
Inicialmente se fundaron una serie de ermitas que constituyeron el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y, entre 1695 y 1709 se edificó la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
Comprobado y reconocido el milagro por la Iglesia Católica, la Virgen de Guadalupe fue sucesivamente proclamada patrona de la ciudad de México (1737), coronada como reina de México (1895), declarada celestial patrona de América Latina por el Papa San Pío X (1910) y citada por Pío XII como "Emperatriz de las Américas" (1945). Así mismo, en el 2002 Juan Diego fue canonizado por el Papa Juan Pablo II durante su visita a la Basílica Mexicana.