Una de las preocupaciones que tenemos los abuelos es la de la cercanía que como adultos mayores tenemos a la terminación de nuestra vida. El cómo prepararnos para nuestra “despedida” constituye algo sobre lo que muchas veces pensamos e incluso nos motiva a tomar varias importantes decisiones y acciones.
En Abuelos por la Familia, antes de realizar un taller sobre nuestras experiencias relacionadas con “la despedida”, nos interesó tener algunos conocimientos adicionales al respecto, y en una excelente plática sobre Tanatología, nos enteramos de algunos nuevos conceptos sobre “la muerte”.
Como en todas nuestras actividades, el taller se enfocó a expresar en base a nuestras experiencias y preocupaciones personales, las principales formas de prepararnos para “la despedida”. Al hacerlo, tuvimos que considerar las dos posibles “despedidas”: la de nuestra muerte y la de la muerte de nuestro cónyuge.
Se formaron cuatro grupos correspondientes a cómo prepararnos para nuestra despedida: con relación a nuestro cónyuge, con relación a nuestra familia, desde el punto de vista religioso y desde los puntos de vista legal, económico y administrativo. Teniendo en cuenta en cada uno de los grupos, las dos posibles despedidas: nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
A continuación presentamos brevemente varias de nuestras experiencias y recomendaciones que estimamos pertinentes para cada uno de dichos aspectos.
· Preparación con nuestro cónyuge.
Nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
· Estar en paz con uno mismo.
· Estar en paz los dos (Resolver inquietudes).
· Aceptación de la muerte.
· Los últimos deseos.
· Preparación con nuestra familia.
Nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
· Nuestra “salida”, es el encuentro con Nuestro Señor. Él viene por nosotros por lo tanto debemos estar preparados espiritualmente, emocional, materialmente y humanamente para irnos en paz.
· Desde el punto de vista familiar, es importante hablar con ellos para exponerles nuestros deseos.
· Desde el punto de vista de la viudez, la total aceptación de la voluntad de Dios y llenar la vida de amor a nosotros y a todos los demás.
· Preparación religiosa.
Nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
· Tener paz en nuestro interior y con los que nos rodean, lo que se transmitirá a los seres queridos.
· Tomar el Sacramento de la Unción de los enfermos.
· Examen de conciencia estar en paz.
· Desear terminar los días en la casa de la familia después de haber tenido una vivencia con Cristo.
· La oración como elemento importante para tener una gran cadena de oración y petición por la persona por la que se solicita.
· En la viudez hay que quitarse el miedo para tomar las “riendas” de la casa.
· Aprender a vivir sin el compañero y el vacío que queda.
· Preparación legal, económica y administrativa.
Nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
· Tener preparados los testamentos, tarjetas, credenciales.
· Hacer del conocimiento de los papeles a los familiares mediante una reunión familiar, para evitar conflictos.
En Abuelos por la Familia, antes de realizar un taller sobre nuestras experiencias relacionadas con “la despedida”, nos interesó tener algunos conocimientos adicionales al respecto, y en una excelente plática sobre Tanatología, nos enteramos de algunos nuevos conceptos sobre “la muerte”.
Como en todas nuestras actividades, el taller se enfocó a expresar en base a nuestras experiencias y preocupaciones personales, las principales formas de prepararnos para “la despedida”. Al hacerlo, tuvimos que considerar las dos posibles “despedidas”: la de nuestra muerte y la de la muerte de nuestro cónyuge.
Se formaron cuatro grupos correspondientes a cómo prepararnos para nuestra despedida: con relación a nuestro cónyuge, con relación a nuestra familia, desde el punto de vista religioso y desde los puntos de vista legal, económico y administrativo. Teniendo en cuenta en cada uno de los grupos, las dos posibles despedidas: nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
A continuación presentamos brevemente varias de nuestras experiencias y recomendaciones que estimamos pertinentes para cada uno de dichos aspectos.
· Preparación con nuestro cónyuge.
Nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
· Estar en paz con uno mismo.
· Estar en paz los dos (Resolver inquietudes).
· Aceptación de la muerte.
· Los últimos deseos.
· Preparación con nuestra familia.
Nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
· Nuestra “salida”, es el encuentro con Nuestro Señor. Él viene por nosotros por lo tanto debemos estar preparados espiritualmente, emocional, materialmente y humanamente para irnos en paz.
· Desde el punto de vista familiar, es importante hablar con ellos para exponerles nuestros deseos.
· Desde el punto de vista de la viudez, la total aceptación de la voluntad de Dios y llenar la vida de amor a nosotros y a todos los demás.
· Preparación religiosa.
Nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
· Tener paz en nuestro interior y con los que nos rodean, lo que se transmitirá a los seres queridos.
· Tomar el Sacramento de la Unción de los enfermos.
· Examen de conciencia estar en paz.
· Desear terminar los días en la casa de la familia después de haber tenido una vivencia con Cristo.
· La oración como elemento importante para tener una gran cadena de oración y petición por la persona por la que se solicita.
· En la viudez hay que quitarse el miedo para tomar las “riendas” de la casa.
· Aprender a vivir sin el compañero y el vacío que queda.
· Preparación legal, económica y administrativa.
Nuestra “salida” y nuestra “viudez”.
· Tener preparados los testamentos, tarjetas, credenciales.
· Hacer del conocimiento de los papeles a los familiares mediante una reunión familiar, para evitar conflictos.